15 de agosto de 2014

El Mapa Conceptual: técnica para enseñar y aprender















Tradicionalmente se ha entendido el aprendizaje como la adquisición o modificación de conocimientos, a partir de tener contacto con nueva información o, en algunos casos, con nuevas experiencias; se trata de un aprendizaje memorístico o por repetición que no establece asociaciones entre la información nueva y la ya almacenada. Frente a esta noción la pedagogía cognoscitivista plantea que el aprendizaje es un proceso reflexivo y consciente a través del cual se interiorizan e incorporan nuevos hechos, conceptos e ideas y se relacionan intencionalmente con conceptos anteriores, creando estructuras de significados; en tanto más ricas, amplias y organizadas sean esas redes de significados más sólidos, estructurados y perdurables serán los aprendizajes significativos.

La investigación neurofisiológica más avanzada ha confirmado que el cerebro aprende y recuerda a partir de los significados y de las conexiones que se establecen entre los hechos o eventos. Sin embargo, estas redes o estructuras de significados que el cerebro humano genera no son perceptibles –a diferencia de una red neuronal-; al ser conexiones semánticas –basadas en el significado de las palabras o los eventos- se describen como conexiones hipotéticas que se crean en tanto las personas reflexionan, relacionan, manipulan, cuestionan y conectan con su realidad los hechos o conceptos motivo del aprendizaje.


 Imagen de las conexiones neuronales; tomado de: http://cajalesygalileos.wordpress.com/2013/06/

Con base en esta explicación del proceso del aprendizaje, diversos especialistas han planteado la utilidad de los organizadores gráficos como estrategia para la enseñanza y el aprendizaje.


¿Que es el mapa conceptual?

Se trata de una técnica para esquematizar información creada por Joseph D. Novak; su fundamentación teórica radica en la teoría del aprendizaje de Ausubel (aprendizaje significativo), según la cual la enseñanza-aprendizaje centrada en el estudiante busca el desarrollo de las capacidades para aprender, más que la sola memorización de una información. Los mapas conceptuales son representaciones gráficas que se elaboran respecto a un conjunto de información o un tema; su característica distintiva es que la información se organiza y representa a través de una estructura jerarquizada que refleja la importancia, relaciones y desagregaciones de los elementos conceptuales del tema.

Representan una estrategia muy útil para apoyar el abordaje de contenidos en grupo, ya que permite activar los conocimientos previos de las y los participantes; facilita la presentación de material con alto potencial significativo y proporciona una estructura lógica y eficaz de la información, para su asimilación, su reflexión y la interiorización; apoya al grupo en la comprensión de los principales elementos del tema así como en el análisis de las relaciones semánticas de los conceptos; favorece el anclaje de los nuevos elementos a estructuras previas y, finalmente, es un medio útil para evaluar el aprendizaje. Con relación a esta última aplicación –la evaluación-, los mapas conceptuales constituyen un método congruente con un enfoque del aprendizaje que concibe el conocer como equivalente al comprender el significado (si algo se ha aprendido, se tendrá certeza y seguridad de su significado, se podrá hacer un análisis de él y se podrán tomar decisiones respecto de eso que se conoce).


Elementos para su diseño
  • Conceptos: palabra o descriptor que expresa un tema, evento o situación de relevancia; implican un conjunto de regularidades e ideas compartidas por los individuos; son una especie de imagen abstracta de “algo”; los conceptos pueden ser:
    • Supraordinados: que incluyen o subordinan a otros
    • Coordinados: que están al mismo nivel de inclusión que otros
    • Subordinados: que son incluidos o subordinados por otros
  • Proposiciones: se forma por dos o más conceptos relacionados por medio de un predicado o una palabra de enlace
  • Nexos o palabras de enlace: que reflejan el tipo de relación existente entre dos conceptos o grupos de ellos.

En la siguiente imagen se ejemplifica la aplicación de estos elementos, tomando como información los elementos conceptuales más importantes relacionados con la noción de salud pública (según el artículo “La noción de salud pública: consecuencias de la polisemia”, de R. Darío Gómez, 2002).

Mapa conceptual elaborado por Rocío López Lara


Recomendaciones para su elaboración
  • A partir de la revisión del tema, elaborar una lista o inventario de los conceptos involucrados; posteriormente, clasificarlos según el nivel de inclusividad.
  • Es muy importante identificar el concepto nuclear del cual se desprenderán o desagregarán los demás niveles.
  • Representar los conceptos por elipses u óvalos (llamados nodos) y las palabras de enlace por etiquetas adjuntas a líneas (relaciones de jerarquía) o flechas (relaciones de cualquier otro tipo).
  • Organizar los conceptos en una jerarquía clara, colocando en la parte superior del mapa los conceptos más inclusores o los más generales, y en los niveles inferiores aquellos subordinados.
  • Mantener sus características distintivas: disposición de los conceptos según orden de importancia o de inclusividad (jerarquización); estar integrado por la información más relevante, sintetizada, clara y concisa (selección); y procurar su impacto visual.



  

1 comentario:

  1. Esta actividad en clase me pareció muy productiva, ya que realizar mapas conceptuales te permite relacionar y conectar palabras y conceptos para conjuntar una idea y de esta forma el aprendizaje y comprensión se hacen mas digeribles...Gracias por compartirnos todo esto :)

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